Contar con conocimientos básicos sobre los sistemas de filtración de motores y equipos es importante, pero no siempre es suficiente. Para extender los intervalos de mantenimiento, alargar la vida útil de los equipos y optimizar su rendimiento, es clave comprender ciertos aspectos poco conocidos dentro del sector.
El tiempo es oro y el conocimiento es poder. Nuestro objetivo es ayudarte a mantener tus equipos operativos. Por eso, aquí destacamos cinco “secretos sucios” sobre la filtración que pueden afectar el funcionamiento de tus sistemas:
- El combustible a granel puede contener más impurezas de las que marcan los estándares
- Algunos aditivos pueden obstruir los filtros de combustible y limitar el rendimiento
- Los filtros “universales” para ventilación de cárter pueden provocar fugas y daños en el motor
- Los refrigerantes baratos esconden costes ocultos
- Los estándares del sector no siempre se ajustan a las condiciones reales de operación
La información y recomendaciones que compartimos te permitirán ampliar tu conocimiento sobre sistemas de filtración, ayudándote a evitar daños en los equipos y a reducir las paradas imprevistas.
1. El combustible a granel puede ser más sucio de lo que imaginas
Para obtener un rendimiento óptimo del motor y prolongar la vida útil del sistema de inyección, es fundamental reducir al mínimo la contaminación del combustible, especialmente en mezclas con biodiésel y diésel de ultra bajo contenido en azufre. En líneas generales, cuanto más limpio es el combustible, mayor será el ahorro de combustible y menores los costes operativos.
Sin embargo, el combustible que utilizas podría no estar tan limpio como crees.
Aunque el diésel sale de las refinerías cumpliendo con los estándares de limpieza del sector, existe un alto riesgo de contaminación durante el transporte y la manipulación:
- En cada etapa del traslado —desde el oleoducto hasta el tanque, y desde el almacenamiento hasta el equipo— el combustible entra en contacto con partículas de polvo, suciedad y aire presentes en mangueras y depósitos.
- Además, el agua que se forma por condensación puede acumularse dentro de los tanques, generando corrosión y favoreciendo el crecimiento de microorganismos.
¿Qué se puede hacer al respecto?
Si utilizas combustible a granel, tu primera línea de defensa debe ser la filtración en los puntos de almacenamiento y transferencia. Esto asegura que el combustible que llega al motor sea lo más limpio posible. Además de eliminar partículas sólidas (PM), una buena filtración en origen también elimina el agua que puede entrar al diésel por condensación en los tanques. Esto evita la corrosión de componentes del motor y frena el crecimiento de microorganismos que podrían obstruir los filtros y disminuir el rendimiento del motor, generando mantenimientos no planificados.
Muchos filtros de combustible fuera del motor de la línea Fleetguard pueden utilizarse durante el proceso de transferencia desde tanques a vehículos. Estos filtros emplean el medio sintético StrataPore™, que ofrece máxima protección en aplicaciones de filtrado a granel y recirculación.
No olvides mantener limpios los elementos del sistema de repostaje como mangueras, boquillas y tapas de los tanques de combustible. Su correcta manipulación y almacenamiento también es clave.
Además, es recomendable utilizar un filtro de combustible de alta calidad en cada equipo o vehículo. Estos filtros avanzados pueden retener polvo, residuos y partículas de hasta 4 micrones (μm), evitando que estos elementos dañen los inyectores de precisión y otros componentes sensibles de los motores modernos.
Algunos ejemplos son los filtros remotos montados en el chasis de Fleetguard, que incorporan sistemas de separación de agua para equipos en carretera, fuera de carretera o estacionarios. En motores, los filtros spin-on premium como el modelo FF63054NN incorporan el medio filtrante de alto rendimiento NanoNet®, diseñado para reducir la presencia de partículas nocivas en los inyectores. Su construcción con múltiples capas de filtrado garantiza una protección máxima.
2. Los aditivos pueden obstruir los filtros de combustible y reducir el rendimiento
Los proveedores de combustible suelen añadir aditivos para mejorar el flujo del diésel a través de tuberías, puntos de transferencia y tanques de almacenamiento. También se utilizan para prevenir la corrosión y frenar el crecimiento de microorganismos. Incluso los operadores de equipos pueden aplicarlos con el fin de proteger mejor el motor.
Pero aquí viene el “secreto sucio”: esos mismos aditivos pueden obstruir los filtros de combustible.
Algunos aditivos pueden generar contaminantes blandos (orgánicos) que terminan bloqueando los filtros. Además, pueden reaccionar con metales como el sodio o el calcio —que ingresan al sistema por un manejo inadecuado— formando compuestos no deseados como carboxilatos o jabones. También hay mejoradores de fluidez en frío que no son completamente solubles y pueden contribuir a la obstrucción.
Con el tiempo, esta acumulación reduce el caudal de combustible, afectando directamente el rendimiento del motor.
Por eso, si utilizas aditivos, es fundamental aplicarlos con moderación y precaución.
El uso excesivo puede acortar los intervalos de mantenimiento y sustitución de los filtros, lo que se traduce en mayores costes de operación y más tiempo fuera de servicio. Además, si no cuentas con un técnico o repuesto adecuado en el momento justo, los costes pueden dispararse rápidamente.
Capas Múltiples de Protección Avanzada

Las vibraciones, los picos de flujo y las fluctuaciones de presión pueden liberar partículas atrapadas en medios filtrantes convencionales, afectando negativamente el rendimiento y la durabilidad del sistema de combustible.
Los filtros Fleetguard, fabricados con tecnología de nanofibras de alta eficiencia, son hasta 10 veces más eficaces que otros productos del mercado para retener partículas, todo ello en un medio tan delgado como una moneda.
¿Qué hacer al respecto?
Si trabajas con combustible a granel, incorporar un sistema de filtrado adicional puede ser una excelente medida para reducir los contaminantes. Filtros externos al motor, como el cartucho FF246 de Fleetguard, ayudan a evitar que estos contaminantes lleguen a las partes móviles del motor, alargando los intervalos de servicio.
Si usas aditivos, es recomendable vigilar de cerca la vida útil de los filtros y revisarlos con regularidad. La presencia de residuos pegajosos puede ser una señal de acumulación provocada por los aditivos.
Otro aspecto clave: asegúrate de elegir filtros de combustible del mercado posventa que cuenten con medios de alta calidad capaces de retener partículas de hasta 4 micrones (µm). Cámbialos siempre siguiendo los intervalos recomendados por el fabricante original del motor (OEM).
3. Los filtros de ventilación de cárter “universales” pueden provocar fugas y daños en el motor
Los filtros de ventilación de cárter (CV) adecuados eliminan el aceite de los gases generados en el cárter del motor durante el funcionamiento normal (conocidos como blow-by). En un motor diésel, estos gases deberían contener la menor cantidad posible de aerosol de aceite antes de llegar al turbocompresor (en sistemas cerrados) o liberarse a la atmósfera mediante una manguera de ventilación (en sistemas abiertos). Entre los beneficios se incluyen la reducción de emisiones (goteos y aerosoles), menor consumo de aceite y un rendimiento óptimo del motor.
Sin embargo, no todos los filtros de CV del mercado posventa soportan adecuadamente las altas temperaturas.
Los medios filtrantes de calidad superior están diseñados para resistir el calor generado por el motor, mientras que algunos filtros “universales” pueden incorporar materiales que se derriten ante temperaturas elevadas. Este material fundido puede obstruir las líneas de drenaje o bloquear los conductos del motor, lo que conlleva una disminución de la potencia y un aumento de la presión en el cárter. Como consecuencia, podrían producirse fugas, un mayor consumo de aceite y una disminución de la eficiencia del combustible.
Además, el uso de filtros de CV de baja calidad puede anular la garantía del fabricante del motor y poner en riesgo el cumplimiento de las normativas de emisiones.
Los productos de filtración de CV avanzados son capaces de resistir el calor y eliminar de forma efectiva las partículas de aerosol de aceite que se encuentran comúnmente en los gases de blow-by.
Al elegir un filtro de ventilación de cárter, busca aquellos que incorporen mallas de polímeros especiales con fibras de distintos tamaños. Esta tecnología protege el sistema de admisión de aire y el medio ambiente, ayuda a mantener limpios los turbocompresores e intercambiadores de calor, y reduce las fugas de aceite desde el cárter del motor. Un buen ejemplo es el sistema de ventilación de cárter Fleetguard CV50634, presente en la mayoría de motores diésel y de gas natural para carretera e industriales en América del Norte y Europa.
Los sistemas de ventilación de cárter baratos no resisten el calor


Antes / Después
Cuando se exponen a altas temperaturas, los medios filtrantes de baja calidad o no originales pueden derretirse y acumularse en el alojamiento. Este material fundido puede provocar daños graves en el motor.
4. Los costes ocultos de los refrigerantes baratos
Casi el 40% de las averías de motor están relacionadas con el sistema de refrigeración, un entorno donde predominan las altas temperaturas y velocidades. Problemas como la corrosión, la acumulación de sarro y los daños en los revestimientos de los cilindros debido a la cavitación pueden provocar fugas, desgaste prematuro del motor e incluso fallos graves en el equipo.
Entonces, ¿cuál es el refrigerante adecuado para tu motor?
Existen tres tipos principales, y todos pueden ofrecer protección si se utilizan correctamente: refrigerantes convencionales, híbridos y de tecnología de ácidos orgánicos (OAT). La mayoría cumple con el estándar automotriz ASTM D3306, y los diseñados para motores diésel pesados cumplen con la norma ASTM D6210, siempre que se sigan las recomendaciones de mantenimiento del fabricante (OEM). Sin embargo, esto no significa que se pueda simplemente llenar y olvidarse del tema.
Aunque los refrigerantes convencionales son los más económicos al momento de la compra, requieren un control más frecuente de los aditivos y sustituciones más cortas, lo que puede aumentar los costes operativos a largo plazo. Los refrigerantes híbridos, como el Fleetguard CC2825 ES Compleat™, combinan la tecnología convencional con OAT para ofrecer una mayor protección en los cilindros y ampliar los intervalos de mantenimiento.
Los refrigerantes OAT, por su parte, tienen un coste inicial más elevado, pero no requieren aditivos adicionales y suelen durar más sin necesidad de mantenimiento. Un ejemplo es el ES Compleat™ OAT de Fleetguard, un refrigerante de alta resistencia que ofrece protección contra congelamiento y ebullición durante hasta 1 millón de millas. Está formulado para prevenir la corrosión y los daños en los revestimientos de los cilindros, y es compatible con juntas, elastómeros y metales presentes en el motor.
Cuando no se siguen las recomendaciones del fabricante, pueden surgir costes ocultos, como la necesidad de reemplazar sellos dañados por temperaturas excesivas o problemas de corrosión que afectan el rendimiento general del motor. Esto puede traducirse en paradas imprevistas y reparaciones costosas.
Por ello, los operadores deben inspeccionar y analizar el refrigerante de forma periódica. Además, es fundamental reemplazarlo según las instrucciones del OEM para proteger todo el sistema contra la corrosión y los depósitos en los intercambiadores de calor.
La vida útil del refrigerante finaliza cuando sus aditivos químicos caen fuera de los parámetros aceptables, algo que puede ocurrir al rellenar incorrectamente con concentrado o agua sola, sin mantener los niveles adecuados de aditivos.
¿Cómo saber si el refrigerante sigue siendo eficaz?
Existen herramientas para controlar su estado. Se recomienda usar tiras reactivas al menos dos veces al año para comprobar los niveles de glicol, aditivos y la calidad del agua. También se puede utilizar un refractómetro para medir el punto de congelación. Además, tanto los fabricantes como laboratorios independientes ofrecen análisis detallados del refrigerante, recomendándose al menos una revisión anual.
¿Cuál es el refrigerante más adecuado para tu tipo de aplicación?

5. Los estándares del sector no siempre reflejan las necesidades del mundo real
Los líderes de la industria de motores y maquinaria han establecido normas para la prueba de filtros de combustible, aire, lubricantes y otros fluidos. Normativas como ISO 19438, SAE J905 e ISO 5011 tienen un papel importante, ya que definen los niveles mínimos de rendimiento aceptable.
Cabe señalar que desde Fleetguard contribuimos a la creación de estas normas, así como a los métodos de prueba empleados para verificar su cumplimiento. Apoyamos plenamente estos estándares y, de hecho, evaluamos nuestros productos según ellos.
Sin embargo, como ocurre con muchos otros estándares, a menudo no se mantienen al ritmo de las tecnologías más recientes ni de las condiciones reales de operación. Por ejemplo, las normas actuales no contemplan los últimos avances en sistemas de inyección de combustible de riel común de alta presión (HPCR), el uso de combustibles renovables ni las regulaciones más estrictas sobre emisiones. Tampoco consideran factores reales como las temperaturas extremas, las vibraciones constantes o los picos repentinos en el suministro de combustible.
Entonces, si los estándares del sector solo marcan el mínimo, ¿cómo elegir el filtro o refrigerante adecuado?
El primer paso es revisar las especificaciones del fabricante del motor (OEM) al seleccionar productos de repuesto. Es fundamental preguntar a los proveedores si sus productos cumplen con esas especificaciones y con las normativas correspondientes.
Pero eso no es suficiente. Algunos fabricantes realizan pruebas adicionales para validar el rendimiento real de sus productos en condiciones que no se contemplan en los estándares oficiales. Estas pruebas incluyen variables como temperaturas elevadas, vibraciones intensas y fluctuaciones en el flujo de combustible. En el caso de Fleetguard, por ejemplo, se aplican 14 pruebas exclusivas para asegurar un rendimiento superior más allá de lo que exige la normativa.
Habla con tu proveedor para conocer si estas condiciones pueden afectar el desempeño de los sistemas de filtrado en tu equipo y busca productos diseñados específicamente para soportar esos escenarios.
Cómo mejorar el rendimiento en cualquier condición operativa
¿Dónde puedes obtener asesoramiento experto sobre estos cinco “secretos” de la filtración y otros temas clave?
Con el respaldo de la tecnología avanzada y la información especializada de Fleetguard, puedes estar seguro de que tus motores y equipos llegarán más lejos. Protege tu maquinaria y mejora su desempeño con productos desarrollados para responder a las exigencias cambiantes del sector. En Fleetguard realizamos pruebas rigurosas en condiciones reales para garantizar que tus sistemas sigan funcionando, sin sorpresas ni interrupciones.
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